miércoles, 12 de diciembre de 2018

The Walking Dead. Volumen 8: Nacidos para sufrir. - La batalla de la prisión.

La Sinopsis:
 ¿Cuántas horas tiene un día, cuando no te pasas la mitad de ellas mirando la televisión? ¿Cuándo fue la última vez que uno de nosotros verdaderamente se esforzó por conseguir algo que quería? ¿Cuánto ha pasado desde que alguno de nosotros realmente necesitó algo que quería?
El mundo que conocíamos ha desaparecido.
El mundo del comercio y las necesidades frívolas ha sido reemplazado por un mundo de supervivencia y responsabilidades.
Una epidemia de proporciones apocalipticas arrasó con el planeta haciendo que los muertos se levanten y se alimenten de los vivos.
En solo unos pocos meses la sociedad se ha derrumbado.
No hay Gobiernos, no hay tiendas ni negocios, no hay correo, no hay TV por cable.
En un mundo dominado por los muertos, finalmente fuimos forzados a empezar a vivir. 

La Edición:
Tomo número 8 de la Edición Argentina de The Walking de Ovni Press.
2013.
La Reseña o Valoración Personal:
Y, finalmente, sucedió. La tensión entre la gente de la prisión y las personas de Woodbury llegó a su punto más alto y la guerra estalló.
En este tomo nos enteramos que el Gobernador sobrevivió a la tortura de Michonne, casi que de milagro, y estuvo un tiempo prudencial recuperándose y recolectando información sobre la prisión.
Como buen político, el Gobernador consiguió tergiversar la historia del grupo de Rick, convenciendo a su gente de que ellos son los malvados.
El primer ataque no se hizo esperar y, aunque el Gobernador atacó de forma desorganizada, y tuvo que retirarse, los resultaros para la gente de la prisión fueron funestas pues Rick y Andrea resultaron gravemente heridos.
Esto hizo que Dale se replanteara su situación decidiéndose, de una vez por todas, en escapar con Andrea y con los gemelos, hijos de Allen y Sofia (La hija de Carol), y abandonar la prisión. Glenn y Maggie se le unen a último momento.
Con Rick desmayado y recuperándose de su herida, el grupo comienza a sucumbir a la ansiedad y Michonne y Tyreese deciden perseguir al grupo del Gobernador, para tratar de matar a algunos más antes de que vuelvan a Woodbury. Pero todo termina absolutamente mal y Tyreese acaba como prisionero del Gobernador.
Rick despierta justo a tiempo para descubrir que la prisión se tornó un desastre en su ausencia y para observar, impotente, cómo el Gobernador asesina Tyreese frente a sus ojos, decapitándolo con la katana de Michonne, al no poder utilizarlo como un pasaje a la prisión.
Cuando deciden reagruparse nuevamente, el grupo de Woodbury sufre un ataque sorpresa de Michonne (Quien se las arregló para sobrevivir y para volver a escaparse) que hizo que el Gobernador se decida por atacar con todo su arsenal, tanque incluido, y sin contemplaciones.
El grupo de Rick sufre rápida y despiadamente de la furia de este psicopata personaje que, en un solo número, consigue matar a Alex, Patricia, Alice, Billy, Hershel y a (la peor muerte de todas) Lori junto a la bebe Judith, quienes cae victimas de un escopetazo en medio de la fuga y sin darle a Rick siquiera un minuto para procesar lo sucedido.
La prisión ha caido, y el grupo se ha desintegrado.
Al final, el Gobernador muere en manos de su propia gente, indignados y asqueados por toda la gente que debieron matar, incluida una mujer con una bebe recién nacida, a la vez que se ven rodeados por una horda incontrolable de zombies que terminan por copar todas las instalaciones de la prisión.
Rick y Carl no puede hacer otra cosa, salvo observar, sin aliento y sin esperanza.
Este tomo supone el fin de la saga de la prisión, que se da de forma abrupta y desolarada.
En menos de cinco minutos, nuestros personajes perdieron todo eso por lo que tanto lucharon, y terminaron muriendo uno por uno de manera despiadada.
Rick y Carl no pueden hacer otra cosa que escapar e intentar no mirar atrás. Es hora de sobrevivir, hay que empezar de nuevo.
9 Mollitos para el octavo tomo de The Walking Dead.

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