La Sinopsis:
Parte 1: Publicado originalmente en Batman núms. 402-403, 408-411 USA, de diciembre de 1986 a septiembre de 1987. Juntos, Batman y Robin han mantenido seguras las calles de Gotham City mientras Dick Grayson, el chico que se oculta bajo la máscara, ha mantenido a Bruce Wayne alejado de una vida llena de sombras. Pero cuando una bala disparada por el arma del Joker por poco le corta definitivamente las alas a Robin, su colaboración se trunca y Batman retoma su lucha contra el crimen en solitario... aunque no por mucho tiempo. Cuando Batman conoce a Jason Todd, el chico es más delincuente que justiciero, pero de ese primer encuentro surge un poderoso nuevo vínculo. El Caballero Oscuro ve el potencial de Jason para convertirse en héroe, así como la rabia y la sed de venganza que tanto lo atormentan.
Parte 2: Publicado originalmente en Batman núms. 412 a 416 USA y Batman Annual núms. 11 USA, de octubre de 1987 a febrero de 1988. Tras terminar su colaboración con el primer Robin, Dick Grayson, Batman ha encontrado a un nuevo Chico Maravilla en la figura del astuto Jason Todd. Sin embargo, aunque Jason demuestra tener un gran potencial para convertirse en héroe, también es un joven con una vida tormentosa, consumido por el resentimiento y la ira. El mayor héroe de Gotham tiene un nuevo Robin, pero ¿conseguirá llevar a su protegido por el buen camino?
Y además Star-Spangled Comics núm. 65 USA.: Publicado originalmente en febrero de 1947. Robin, el Chico Maravilla, lucha contra el crimen en su primera aventura en solitario, titulada Los terroríficos adolescentes.
La Edición:
La Reseña o Valoración Personal: Tenía muchas ganas de reseñar estos tomos desde que empezamos a hablar de Jason Todd en este Blog. Donde más atención le hemos prestado a este personaje fue en la reseña de la saga Una Muerte en la Familia, donde el segundo Robin encontró su dramático final. Pero nunca hemos hablado de sus aventuras junto a Batman (Salvo una o dos) o, mejor aún, de su origen.
Ahí es donde entran estos tomos de Salvat en los que, no solo asistimos al origen del segundo Robin sino que, además, vemos cómo Dick Grayson (El primer Robin, ahora convertido en Nightwing) procesa todos estos hechos y lima ciertas asperezas con su viejo mentor.
Una de las historias de mayor peso, tanto en estos tomos con en la vida de Batman en general, es aquella donde el Joker consigue herir gravemente a un (bastante adolescente) Dick Grayson. Este sucede fuerza a Batman a tomar una crucial decisión: "Prescinde de los servicios" de Dick como su fiel compañero y da por muerto a la figura de Robin.
Sin embargo, muy poco tiempo después, Bruce encuentra a Jason Todd, un jovén huérfano robándole las llantas de su batmóvil y, en una escena que hoy por hoy es un clásico del comic, (y un acto por demás estúpido e impulsivo. Hay que decirlo todo.) lo recluta para que sea el nuevo Robin.
Muchos fans han encontrado este momento bastante ridículo. No solo de deja ver las evidentes contradicciones en el actuar de Batman, quien se "asusta" luego de que la vida de Dick corriera peligro, siendo que Dick ya era un joven adulto formado y entrenado, pero no duda ni un segundo en reclutar a un niño inexperto que bordaba entre los 12 y 14 años. También hay que señalar que, desde la lógica interna de los relatos de Batman, es bastante estúpido pensar que un chico como Jason podría robarle las ruedas a un vehículo como el batmóvil, plagado de sistemas de seguridad.
Pero la propia historia tiene una justificación para que las cosas sucedan de esa manera y es bastante destacable, además, lo bien desarrollado que está todo y cómo los hechos van derivando en diferentes consecuencias.
Batman y Jason comparten una aventura que sirve para que generen un vínculo. Batman reconoce que el muchacho tiene bastante aptitudes y recursos y que nunca en la vida volvería a tener una oportunidad como aquella para cambiar su futuro, por lo que decide otorgarle el puesto de Robin. Entre aventuras y entrenamiento, Jason descubre que Dos Caras y su padre han tenido un pasado turbio juntos y, en una suerte de bautismo de fuego, consigue dominar sus instintos y sentimientos, demostrándole a Bruce que es apto para el trabajo, con sus aciertos y errores. Pero debemos ser conscientes de que el carácter y personalidad de Jason Todd en estas aventuras, distan mucho de aquel muchacho rebelde y lleno de ira que se nos presenta en Una Muerte en la Familia. Durante estas historias, todo lo que podemos apreciar es cuan alta dejó la vara Dick Grayson y cómo las decisiones de Batman sobre la figura de Robin le terminarán pasando factura más temprano que tarde.
El guionista principal de estas historias es Max Allan Collins y, aunque es nombre que seguramente no nos sonará mucho, debemos decir que se preocupa, y mucho, en dar un desarrollo natural y fluído de los acontecimientos. Si bien hay casos e historias que son autoconclusivos, también disfrutamos de subtramas que van avanzando, dotando a las vidas de los vigilantes de Gotham de profundidad e interés.
El retrato de Batman como alguien tan imperfecto, y a la vez tan humano, es realmente un gran logro. Alejado de la "grandilocuencia omnipotente" que muchos guionistas le han atribuido en el último tiempo, aquí podemos ver un retrato del personaje lleno de defectos y que podríamos tildar hasta de egoísta. Cuando Dick Grayson es apartado del puesto de Robin (Hecho que, además, le crea una gran crisis existencial que luego se profundiza en otras historias) Bruce se despreocupa y se desentiende completamente del muchacho. Detrás está el miedo a despedirse y perder a la gente que quiere, y parece importarle muy poco los caminos que su púpilo podría tomar.
Dick se siente bastante perdido hasta la llegada de Los Titanes, donde se convierte en su líder y consigue encauzar su vida. Se habla incluso de sus depresiones, dando una perspectiva realmente buena de cómo Robin a influido en su persona, su existencia y su razón de ser. Todo perfectamente desarrollado.
El carácter fuerte es algo que Dick ha aprendido de Bruce, y se enfrenta a él sin demasiadas vueltas, para pedirle explicaciones. Todo el desarrollo de este enfrentamiento es, sencillamente, brillante. Buce Wayna solo puede esquivar las respuestas y atacar verbalmente a Dick en una escena que, sencillamente, se siente increíblemente real. Como lector, uno consigue empatizar con el chico y entender que pida explicaciones al por qué no podía haber un Robin cuando enseguida acoge a otro. Lo que pide lo pediríamos cualquiera en su caso. Y las evasivas de Bruce también son entendibles. Es, ni más ni menos, una discusión de familia como cualquira que hayamos tenido nosotros.
La resolución encaja con el retrato más certero que se puede leer sobre Batman.
El traspaso del manto (o del bastón presidencial?) de Robin de Dick Grayson a Jason Todd se hace de manera impecable, creando una especie de hermandad entre ambos personajes.
Unas pocas viñetas y unos acertados y certeros diálogos consiguen definir a la figura de Robin de una manera sobresaliente y hasta trágica, alejándolo de todas las parodías que pudieron existir sobre este personaje tan entrañable.
No quiero dejar pasar la oportunidad de reseñar una historia que, en el cúmulo de acontecimientos que componen estos tomos, puede pasar desapercibida. Pero, es una historia de verdadera fuerza emocional y argumental y, debo confesar, una de mis favoritas de Batman.
Estamos hablando de la historia del asesino del vertedero, (Una historia titulada "¡Víctimas!") es una de las entregas más convincetes de las escritas por Jim Starlin. Una trama cruda, desoladora, de culpa, decepción y fracaso, compuestas con tintes un poco ominosos y, ¿por qué no decirlo?, machistas.
La historia empieza con Batman de pie, acechante, sobre una chimenea de la ciudad. La primera frase, la primera viñeta, han de establecer el tono del relato. Starlin refleja la sordidez del crimen, al igual que la tristeza, la soledad y la fragilidad de la vida.
Una partida de ajedréz que el héroe parece incapaz de ganar porque, cuando actúa, la vida ya se ha perdido y solo queda un cuerpo despedazado al que nada le importa. Aquí no se trata de ser más listo, más rápido o más fuerte que el villano de turno. Aquí podemos palpar el cansancio y la desesperación del héroe ante una situación injusta e irreversible. Siempre habrá otra víctima, por otros motivos. Batman sólo puede detener al culpable.
En este relato Starlin se enfoca en las personas. Entiende que Batman es un ícono y que, por su status quo, no se puede cambiar demasiado de él (O los cambios no pueden ser muy trascendentales). Pero Batman patrulla una ciudad que sí es cambiante. Gotham City está plagada de gente a la que le pasan cosas. En pocas páginas Starlin crea a Kate Babcok, una mujer admirable que solo nació para ser asesinada por un asesino estúpido, sin el "glamour" o las excentricidades de un supervillano, solo un tarado con un cuchillo y su odio.
Esta historia funciona perfectamente como número autoconclusivo. Debo decir que poco me importa a mí la continuación que este relato supo tener (Starlin se creyó iluminado y buscó darle una suerte desenlace y conclusión a una historia que ya funcionaba de manera perfecta así como estaba) pues no lo leí, ni creo que lo haga.
8 Mollitos para estos tomos que supieron profundizar de manera sobresaliente sobre la historia de Batman y Robin.
Parte 1: Publicado originalmente en Batman núms. 402-403, 408-411 USA, de diciembre de 1986 a septiembre de 1987. Juntos, Batman y Robin han mantenido seguras las calles de Gotham City mientras Dick Grayson, el chico que se oculta bajo la máscara, ha mantenido a Bruce Wayne alejado de una vida llena de sombras. Pero cuando una bala disparada por el arma del Joker por poco le corta definitivamente las alas a Robin, su colaboración se trunca y Batman retoma su lucha contra el crimen en solitario... aunque no por mucho tiempo. Cuando Batman conoce a Jason Todd, el chico es más delincuente que justiciero, pero de ese primer encuentro surge un poderoso nuevo vínculo. El Caballero Oscuro ve el potencial de Jason para convertirse en héroe, así como la rabia y la sed de venganza que tanto lo atormentan.
Parte 2: Publicado originalmente en Batman núms. 412 a 416 USA y Batman Annual núms. 11 USA, de octubre de 1987 a febrero de 1988. Tras terminar su colaboración con el primer Robin, Dick Grayson, Batman ha encontrado a un nuevo Chico Maravilla en la figura del astuto Jason Todd. Sin embargo, aunque Jason demuestra tener un gran potencial para convertirse en héroe, también es un joven con una vida tormentosa, consumido por el resentimiento y la ira. El mayor héroe de Gotham tiene un nuevo Robin, pero ¿conseguirá llevar a su protegido por el buen camino?
Y además Star-Spangled Comics núm. 65 USA.: Publicado originalmente en febrero de 1947. Robin, el Chico Maravilla, lucha contra el crimen en su primera aventura en solitario, titulada Los terroríficos adolescentes.
La Edición:
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Tomos 65 y 66 de la colección de la Colección Definitiva de Novelas Gráficas DC Editorial Salvat. |
La Reseña o Valoración Personal: Tenía muchas ganas de reseñar estos tomos desde que empezamos a hablar de Jason Todd en este Blog. Donde más atención le hemos prestado a este personaje fue en la reseña de la saga Una Muerte en la Familia, donde el segundo Robin encontró su dramático final. Pero nunca hemos hablado de sus aventuras junto a Batman (Salvo una o dos) o, mejor aún, de su origen.
Ahí es donde entran estos tomos de Salvat en los que, no solo asistimos al origen del segundo Robin sino que, además, vemos cómo Dick Grayson (El primer Robin, ahora convertido en Nightwing) procesa todos estos hechos y lima ciertas asperezas con su viejo mentor.
Una de las historias de mayor peso, tanto en estos tomos con en la vida de Batman en general, es aquella donde el Joker consigue herir gravemente a un (bastante adolescente) Dick Grayson. Este sucede fuerza a Batman a tomar una crucial decisión: "Prescinde de los servicios" de Dick como su fiel compañero y da por muerto a la figura de Robin.
Sin embargo, muy poco tiempo después, Bruce encuentra a Jason Todd, un jovén huérfano robándole las llantas de su batmóvil y, en una escena que hoy por hoy es un clásico del comic, (y un acto por demás estúpido e impulsivo. Hay que decirlo todo.) lo recluta para que sea el nuevo Robin.
Muchos fans han encontrado este momento bastante ridículo. No solo de deja ver las evidentes contradicciones en el actuar de Batman, quien se "asusta" luego de que la vida de Dick corriera peligro, siendo que Dick ya era un joven adulto formado y entrenado, pero no duda ni un segundo en reclutar a un niño inexperto que bordaba entre los 12 y 14 años. También hay que señalar que, desde la lógica interna de los relatos de Batman, es bastante estúpido pensar que un chico como Jason podría robarle las ruedas a un vehículo como el batmóvil, plagado de sistemas de seguridad.
Pero la propia historia tiene una justificación para que las cosas sucedan de esa manera y es bastante destacable, además, lo bien desarrollado que está todo y cómo los hechos van derivando en diferentes consecuencias.
Batman y Jason comparten una aventura que sirve para que generen un vínculo. Batman reconoce que el muchacho tiene bastante aptitudes y recursos y que nunca en la vida volvería a tener una oportunidad como aquella para cambiar su futuro, por lo que decide otorgarle el puesto de Robin. Entre aventuras y entrenamiento, Jason descubre que Dos Caras y su padre han tenido un pasado turbio juntos y, en una suerte de bautismo de fuego, consigue dominar sus instintos y sentimientos, demostrándole a Bruce que es apto para el trabajo, con sus aciertos y errores. Pero debemos ser conscientes de que el carácter y personalidad de Jason Todd en estas aventuras, distan mucho de aquel muchacho rebelde y lleno de ira que se nos presenta en Una Muerte en la Familia. Durante estas historias, todo lo que podemos apreciar es cuan alta dejó la vara Dick Grayson y cómo las decisiones de Batman sobre la figura de Robin le terminarán pasando factura más temprano que tarde.
El guionista principal de estas historias es Max Allan Collins y, aunque es nombre que seguramente no nos sonará mucho, debemos decir que se preocupa, y mucho, en dar un desarrollo natural y fluído de los acontecimientos. Si bien hay casos e historias que son autoconclusivos, también disfrutamos de subtramas que van avanzando, dotando a las vidas de los vigilantes de Gotham de profundidad e interés.
El retrato de Batman como alguien tan imperfecto, y a la vez tan humano, es realmente un gran logro. Alejado de la "grandilocuencia omnipotente" que muchos guionistas le han atribuido en el último tiempo, aquí podemos ver un retrato del personaje lleno de defectos y que podríamos tildar hasta de egoísta. Cuando Dick Grayson es apartado del puesto de Robin (Hecho que, además, le crea una gran crisis existencial que luego se profundiza en otras historias) Bruce se despreocupa y se desentiende completamente del muchacho. Detrás está el miedo a despedirse y perder a la gente que quiere, y parece importarle muy poco los caminos que su púpilo podría tomar.
Dick se siente bastante perdido hasta la llegada de Los Titanes, donde se convierte en su líder y consigue encauzar su vida. Se habla incluso de sus depresiones, dando una perspectiva realmente buena de cómo Robin a influido en su persona, su existencia y su razón de ser. Todo perfectamente desarrollado.
El carácter fuerte es algo que Dick ha aprendido de Bruce, y se enfrenta a él sin demasiadas vueltas, para pedirle explicaciones. Todo el desarrollo de este enfrentamiento es, sencillamente, brillante. Buce Wayna solo puede esquivar las respuestas y atacar verbalmente a Dick en una escena que, sencillamente, se siente increíblemente real. Como lector, uno consigue empatizar con el chico y entender que pida explicaciones al por qué no podía haber un Robin cuando enseguida acoge a otro. Lo que pide lo pediríamos cualquiera en su caso. Y las evasivas de Bruce también son entendibles. Es, ni más ni menos, una discusión de familia como cualquira que hayamos tenido nosotros.
La resolución encaja con el retrato más certero que se puede leer sobre Batman.
El traspaso del manto (o del bastón presidencial?) de Robin de Dick Grayson a Jason Todd se hace de manera impecable, creando una especie de hermandad entre ambos personajes.
Unas pocas viñetas y unos acertados y certeros diálogos consiguen definir a la figura de Robin de una manera sobresaliente y hasta trágica, alejándolo de todas las parodías que pudieron existir sobre este personaje tan entrañable.
No quiero dejar pasar la oportunidad de reseñar una historia que, en el cúmulo de acontecimientos que componen estos tomos, puede pasar desapercibida. Pero, es una historia de verdadera fuerza emocional y argumental y, debo confesar, una de mis favoritas de Batman.
Estamos hablando de la historia del asesino del vertedero, (Una historia titulada "¡Víctimas!") es una de las entregas más convincetes de las escritas por Jim Starlin. Una trama cruda, desoladora, de culpa, decepción y fracaso, compuestas con tintes un poco ominosos y, ¿por qué no decirlo?, machistas.
La historia empieza con Batman de pie, acechante, sobre una chimenea de la ciudad. La primera frase, la primera viñeta, han de establecer el tono del relato. Starlin refleja la sordidez del crimen, al igual que la tristeza, la soledad y la fragilidad de la vida.
Una partida de ajedréz que el héroe parece incapaz de ganar porque, cuando actúa, la vida ya se ha perdido y solo queda un cuerpo despedazado al que nada le importa. Aquí no se trata de ser más listo, más rápido o más fuerte que el villano de turno. Aquí podemos palpar el cansancio y la desesperación del héroe ante una situación injusta e irreversible. Siempre habrá otra víctima, por otros motivos. Batman sólo puede detener al culpable.
En este relato Starlin se enfoca en las personas. Entiende que Batman es un ícono y que, por su status quo, no se puede cambiar demasiado de él (O los cambios no pueden ser muy trascendentales). Pero Batman patrulla una ciudad que sí es cambiante. Gotham City está plagada de gente a la que le pasan cosas. En pocas páginas Starlin crea a Kate Babcok, una mujer admirable que solo nació para ser asesinada por un asesino estúpido, sin el "glamour" o las excentricidades de un supervillano, solo un tarado con un cuchillo y su odio.
Esta historia funciona perfectamente como número autoconclusivo. Debo decir que poco me importa a mí la continuación que este relato supo tener (Starlin se creyó iluminado y buscó darle una suerte desenlace y conclusión a una historia que ya funcionaba de manera perfecta así como estaba) pues no lo leí, ni creo que lo haga.
8 Mollitos para estos tomos que supieron profundizar de manera sobresaliente sobre la historia de Batman y Robin.
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