sábado, 23 de febrero de 2019

Batman: Una muerte en la familia. - La democrática muerte de Jason Todd.

La Sinopsis:
En los años ochenta, un cambio crucial sacudió la mitología de Batman: el primer Robin, Dick Grayson, abandonó al héroe para convertirse en Nightwing, pero otro Chico Maravilla le relevó. ¿Quién era Jason Todd? El destino de ese segundo Robin, más impulsivo y violento, sería decisión de los propios lectores: si llamaban a un número de teléfono, Jason viviría, pero si llamaban a otro...

La Edición:
Tomo quinto del Coleccionable de Batman de la Editorial
Planeta de Agostini.

La Reseña o Valoración Personal:
Es muy posible que esta obraa se encuentre entre las historias más dramáticas en toda la carrera de Batman. Fue, sin duda, un momento que marcó un antes y un después en la carrera del Caballero Oscuro y sus consecuencias siguen haciéndose eco, inclusive, hasta el día de hoy.
Hay que decirlo, a pesar de que ciertos momentos de la historia pueden parecernos un tanto ridículas hoy en día, el climax de la obra sigue sintiendose como algo verdaderamente escalofriante.
En un análisis que se puede prestar a mucho debate, podríamos decir que la muerte de Jason Todd (el segundo Robin) puede considerarse como el primer paso a la caída en decadencia del Hombre Murciélago que alcanzaría sus horas más oscuras en la saga "La Caída del Murciélago". Pero aún nos falta bastante camino, vayamos despacio.
Una Muerte en la Familia es una historia orquestada por Jim Starlin, con Jim Aparo en los dibujos. En ella, asistimos a los últimos momentos de vida de Jason Todd, el segundo Robin, quien encuentra su horrible final a manos del Joker, mientras se sucedía una encarnizada búsqueda por su madre biológicia, en una aventura que lo trasladará hasta Oriente Medio.
Una vez leí que Starlin tenía la creencia de que Robin no debía ser el compañero de Batman. Algo así como que la cruzada del encapotado perdía seriedad y oscuridad si, de pronto, un niño de menos de catorce años aparecía por ahí, en un traje colorido, soltando ocurrencias mientras se peleaba con la escoria de Gotham.
A esto sumemosle el hecho de que Jason Todd no era un personaje que, por ese momento, sumase demasiados seguidores con su particular carisma.
Jason era la antitesis de Dick Grayson. Sobreviviendo en las calles luego de que su madre muera y su padre terminara en prisión, Batman encontró a Jason Todd robándole las ruedas del batimovil y, en un acto impulsivo, decidió acogerlo y convertirlo en el nuevo Robin.
Pero pronto los lectores descubrirían que Jason solo era igual a Dick en el traje. Ya que este segundo Robin era mucho más rebelde y salvaje que su antecesor, y sus actos estaban todo al tiempo al limite. De hecho, todo terminó de desbarrancar luego de un polémico momento que Jason tuvo con un diplomático, nunca terminó de quedar claro para Batman que fue lo que sucedió, pero lo más evidente fue que, en ese momento, Robin empujó a este corrupto diplomático por el balcón, asesinándolo, y luego excusándose con su mentor, diciéndole que el hombre solo "resbaló". Robin estaba totalmente descontrolado, y alguien debía hacer algo al respecto.
Así fue como se puso en movimiento nuestra historia. El Joker dejó a Robin en un situación compremetedora, de vida o muerte, y era los lectores quienes debían decidir su destino, a través de una votación que se realizaba por llamado telefónico. Y, aunque la votación estuve bastante pareja, esta democrática táctica decidió que Jason Todd debía morir.
Esta es la primera vez, a lo largo de estas historias, donde vemos a Batman confuso, lleno de culpa y dudando de sí mismo. Starlin consiguió humanizar al personaje de una manera tal que casi podemos sufrir junto a el ante la dificultad de las decisiones que debe tomar.
Jason Todd se embarca en un viaje de descubrimiento, al tiempo que se decide a buscar a su madre bilógica, quien descubre que siempre estuvo viva. Al mismo tiempo, el Joker se escapa de Arkham y, al ver sus bienes y dinero confiscados, decide vender armas nucleares a Oriente Medio. Su turbio negocio hace que, una vez, vuelva a cruzar camino con Batman y Robin, con consecuencias fatales para este último.
Si bien toda esta trama continua siendo super interesante y entretenida, a la vez que final de Jason Todd continua tan trágico y dramático como la primera vez, lo cierto es que el giro argumental de esta historia es bastante bizarro y delirante.
El Joker, temeroso de las represalias que pudiera tomar Batman, se convierte en un embajador iraní con inmunidad diplomática, e incluso logra llegar a la ONU donde, lógicamente, intenta matar a todos y es detenido por Batman y Superman, pero finalmente logra escapar. La sola idea del Joker como un embajador que, incluso, es tomado en serio por la ONU y por otros diplomáticos es, sencillamente, ridícula. Batman no puede más que observar a su más peligroso enemigo en el estrado de una de las instituciones mundiales más importantes de todos los tiempos con ojos impotentes, mientras nosotros, como lectores, nos preguntamos cómo es que Starlin fue capaz de escribir semejante momento bizarro y ridículo. Por suerte no consigue manchar el cuadro general de la historia.
Luego tenemos a Jim Aparo quien, definitivamente, debería ocupar el Olimpo de los dibujantes definitivos de Batman junto a Neal Adams y el inmortal Norm Breyfogle.
Todos sabemos que, al final, Jason Todd termina voviendo y se convierte en el justiciero conocido como Red Hood, un vigilante con un enfoque un tanto diferente al de su antiguo mejor. De esta forma podríamos pensar que su muerte un poco se vanalizó. Sí, es posible. Pero el impacto de su muerte continua golpeando incluso en los nuevos lectores. Sabes que, en una epoca no demasiado lejana, Robin murió por decisión de la gente, quien hizo uso de la democracia, continua siendo muy impactante.
7 Mollitos.










miércoles, 20 de febrero de 2019

Batman: Las Diez Noches de la Bestia. - Una aventura del Hombre Murciélago como Dios manda.

La Sinopsis: 
En los últimos estertores del imperio soviético, un agente ruso renegado, únicamente conocido como la KGBestia, llega a Gotham. Su misión: asesinar a 10 personas de importancia crucial para el éxito del sistema denominado “la guerra de las galaxias”. ¿Puede incluso alguien como el Caballero Oscuro detener a esta inhumana máquina de matar?



 La Edición:
Cuarto tomo del Coleccionable de Batman de editorial
Planeta De Agostini.
La Reseña o Valoración Personal:
Generalmente (y más aún en los tiempos que corren) asociamos el nombre de Jim Starlin con Marvel Comics. Y, más específicamente, con todo el dramón intergaláctico que Marvel sabe tener y que Starling ha construído, y sigue construyendo al día de hoy. Por supuesto, si hablamos del costado intergaláctico de Marvel y, para colmo, nombramos a Starlin, es obvio que vamos a estar hablando de Thanos, el titán loco.
Thanos no solo es creación de Starlin, sino que ha sabido ser el protagonista de una trilogía (que empezó relativamente bien y fue cayendo en horrenda decadencia) del "Infinito", teniendo su punto fuerte en Infinity Gauntlet, que ya hemos reseñado en este blog.
Hoy por hoy, y gracias a las películas de Marvel Studios, todo el mundo conoce a Thanos y los comics intergalácticos de Starlin volvieron a ser populares. (En este caso las películas hicieron un milagro, pues salvando Infinity Gauntlet, el resto no es la gran cosa) Seguro que más de un fanático de las películas agarrá un comic de los 70's u 80's y se quiere pegar un tiro por no encontrar a su amado Robert Downey Jr. entre viñetas pero, bueno, esa ya es otra historia.
Lo cierto es que es este pulido guionista ha sabido tener una buena vida entre las aventuras de Batman y, esta historia que hoy nos compete, es una buena prueba de ello.
Las diez noches de la Bestia no solo es una historia que ha envejecido de una manera excelente, sino que, además es el ejemplo perfecto de la cultura y el marco histórico de la época. Eran finales de los 80's y la Guerra Fría estaba llegando a su fin, pero aún podíamos disfrutar de cosas como Rocky IV, o esta historia del encapotado donde, evidentemente, los rusos eran los villanos.
Y otra cuestión de la época que debemos remarcar es la tremenda libertad creativa con la que contaban los autores. Me atrevo a decir que el final de esta obra, de haberse escrito hoy, rompía Twitter y hacía que más de uno se rasgara las vestiduras, con gritos descarnados y demás. Hoy por hoy, a Tom King jamás se le ocurriría aquello que Starlin escribió hace ya unos cuantos años.
La KGBestia un terrible terrorista y asesino ruso, que más bien parece una imparable máquina de matar, arriba a Gotham City para matar a todos los miembros participantes de un proyecto armamentístico supersecreto llamado "Guerra de las Galaxias". Ni bien pone un pie en Gotham, este terrible hombre ya mata a cuatro de los diez nombres de su lista de objetivos (De verdad. Ni el lector ni Batman parecen darse cuenta) y, durante un período de diez días, la Bestia pone en jaque a Batman, frustrando todos sus planes para detenerlo.
Esta es la primera vez que vemos a Batman en una evidente desventaja, en todo momento. La KGBestia parece ir un paso adelante en todo momento. Es más, a lo largo de la obra, Batman y la Bestia tienen unas cuantas batallas y ¡Batman las pierde todas!
La KGBestia es tan superior a Batman en todo momento que este no puede evitar mirarlo con impresión, y casi que con un poco de miedo también.
La obra es trepídante y esta repleta de acción, la historia no para en ningún momento, y su ritmo frenético no hace más que aumentar a cada momento, casi en sintonía con la crudeza de los enfrentamientos entre los dos adversarios. La historia en sí tiene de todo en materia de acción: Persecuciones en los tejados, feroces combates cuerpo a cuerpo, situaciones límites cargadas de tensión, dardos, cuchillazos, balas, hachas... Bueno, deteniéndonos aquí un momento, debemos remarcar algo que no deja de ser un mero detalle, pero en el que solo recaí luego de una segunda lectura. En un momento de la historia, Batman consigue atrapar a la Bestia y le ata una cuerda a uno de sus brazos. La Bestia, en un puro ataque de frenesí violento, y demostrándole a Batman que está dispuesto a hacer cualquier cosa, toma un hacha y se corta la mano, para liberarse de sus ataduras y de su captor, mientras Batman cae, incrédulo, al vacío.
Digamos que la KGBestia podía tranquilamente cortar la soga, sin necesidad de cortarse la mano, y se hubiera liberado igual pero, como hemos dicho, son solo detalles.
El combate final entre ambos titanes se da en las alcantarillas, donde la Bestia se encierra sola en un cuarto y, confiado y seguro de sí mismo, reta a Batman a un duelo final. Pero nuestro héroe, quien reconoce que ya no necesita probarle nada a nadie, ni a sí mismo, rechaza la invitación de su enemigo y, sin demasiados problemas, lo encierra en ese cuarto sin ventanas ni respiración, y traba la puerta para que a la Bestia le sea imposible salir. Básicamente lo deja morir. Sí, lo sé, no lo mata indirectamente pero lo deja en una situación donde no parece haber otro desenlace posible. Y lo hace sin sentir un ápice de culpa. De hecho, lo hace pregonando un acto de madurez de su parte, pues él mismo dice que, en otros años, hubiera aceptado el combate con la KGBestia sin problemas, solo que ahora prefiere elegir sus batallas. Podríamos decir que Batman mata indirectamente a su enemigo al no dejarle demasiadas opciones de sobrevivencia. Supongo que ese tipo de acciones sí lo contempla su código moral, ¿no?
Mención especial a los dibujos de Jim Aparo, quien nos ofrece un Batman potente y con el más puro estilo clásico, emulando al mejor Neal Adams.
Las Diez Noches de la Bestia es una historia increíble, trepidante y desbordante de acción. Se lleva así 9 Mollitos. De lo mejor que le leí al querido Starlin.












martes, 19 de febrero de 2019

Batman: Se cierra el círculo o Círculo Mortal. - El regreso del infame Segador, de una forma inesperada.

La Sinopsis: El Segador ha vuelto. El terrible villano presentado en BATMAN: AÑO DOS ha regresado de la tumba para esparcir amenaza y locura sobre Gotham City. Para impedir que el terror del Segador se extienda, Batman debe enfrentarse al secreto del asesinato de sus padres... arriesgándose a perder su propia cordura.


La Edición:
Tercer Tomo del Coleccionable de la Editorial
Planeta DeAgostini.
La Reseña o Valoración Personal: El día de hoy, y siguiendo el orden que nos hemos autoimpuesto para organizar, no solo mi colección personal, sino también las aventuras de Batman, nos topamos con una historia que podríamos calificar de "difícil". ¿Por qué usamos esa palabra? Bueno, por lo pronto porque, como su nombre bien lo indica, vendría aquí a cerrar el fatal círculo que abrió el cruel Segador.
La historia en cuestión se ubica en un tiempo bastante posterior a Año Dos. De hecho, Batman ya ha reclutado a Robin (un jovencisímo Dick Grayson) quien lo acompaña en sus patrullas. Es en este contexto en el que El Segador vuelve a aparecer, cobrándose sus primeras víctimas.
Pronto descubrimos que nos encontramos, evidentemente, ante un impostor,  pues enseguida descubrimos que la identidad bajo la máscara del reaparecido Segador es la de Joey Chill, hijo de quien haya sido el asesino de los padres de Bruce Wayne quien, junto a su hermana Marcia, disponen de un intricado plan para vengarse del Hombre Murciélago.
Así esta pareja de hermanos se hacen con el antiguo disfraz del fallecido vigilante/villano (Depende cómo se mire) y empiezan a atormentar a Batman de una manera, más bien, psicológica.
Esta historia trata también (o al menos lo intenta) sobre el pase generacional. No solo vemos el resentimiento de los hijos de Chill, quiénes creen que Batman mató a su padre, sino que también tenemos a Robin, un joven que busca constantemente la aprobación de su mentor, y tenemos al pequeño hijo de Joey Chill, el nieto de Joe Chill, quien ve en su padre a una especie de héroe, desbordándose de orgullo y admiración.
Es en medio de este alboroto cuando Bruce se encuentra nuevamente con Rachel Caspian, quien vuelve a la ciudad creyendo que tal vez su padre podría continuar vivo, pero poco espacio da esta historia para cualquier tipo de romanticismo. En este caso ni fuego hubo, ni cenizas quedaron.
Además, Rachel se expone al peligro a propósito, tentando al Segador, pues cree que este aún es el difunto Judson Caspian, su padre. Precisamente por esto Rachel cae prisionera de los hermanos Chill, haciendo que Batman caiga inevitablemente en una trampa mortal. Allí, además de poner en peligro su vida, el encapotado deberá resistir una cruel tortura psicológica, a través de la cual se ve obligado a repetir la muerte de sus padres una y otra vez. Joey Chill hizo uso de toda su astucia y recursos para elaborar un intrincado plan y, usando todos sus conocimientos acerca del Hombre Murciélago, minar sus facultades mentales y empujarlo al sucidio. Y, de hecho, resulta que Chill sabe mucho de Batman, pues fue un testigo directo de los acontecimientos de Año Dos.
Como una especie de espía, Chill hijo había seguido a Batman y a Joe Chill mientras estos cazaban al Segador original. Incluso Joey presenció los últimos momentos de vida de su padre, escuchó todo lo que Bruce le confesó y hasta fue un testigo privilegiado del último combate entre Batman y el Segador. Hasta se tomó la libertad de recuperar el antiguo revolver de su padre, del que Batman se había deshecho al final de la historia. Es Robin quien consigue salvar a Batman, esta vez. Marcia Chill encuentra su merecido final, luego de intentar traicionar a su hermano y este, a su vez es derrotado por Batman.
Aquí sucede algo muy curioso y digno de destacar, pues estamos hablando de Batman, un héroe que siempre ha contado con un código moral muy estricto de no matar. Bueno, no siempre tuvo este código pero esa es otra historia. Lo cierto es que aquí Batman estaba más que decidido a matar a Joey Chill, y no solo eso, Robin lo instaba a que lo haga. El criminal solo salvó su vida gracias a su hijo, pues Batman le preguntó, literalmente, si su padre merecía vivir o morir. Una actitud un tanto extraña en esta figura heroica que es Batman y, si bien no enturbia la trama, es cuanto menos curioso.
Como dijimos al inicio, Mike W. Barr. nos presentó una historia difícil, pues debía cerrar muchos cabos, pero aún así muy fluida y, me atrevo a decir, más entretenida y coherente que Año Dos. Dentro de este mundo ficticio, uno espera que los personajes actuen con cierta lógica interna que haga que nos creamos los eventos que están sucediendo, y las cosas que estamos leyendo. Esto es algo que no sucedía en Año Dos, donde los personajes (Sobre todo Batman) solo hacían cosas estúpidas y contrarias a su personalidad.
Es de destacar que, por las consecuencias que se desprenden directamente del evento de DC Hora Cero, esta historia de Batman parece también haber caído al limbo, sin saber muy bien qué tan afuera de continuidad quedó. Como ya lo mencionamos en la reseña de Año Dos, si Joe Chill ya no existe en el canón del Hombre Murciélago, es bastante lógico pensar que sus hijos tampoco. 
Esta historia supone, además, una nueva oportunidad para Alan Davis de trabajar en estos grandiosos personajes y quitarnos el gusto a poco que nos dejó en Año Dos, tras su prematura partida. Aquí cumple con creces y nos brinda un trabajo espectacular. Ya solo por sus increíbles lápices la historia vale totalmente la pena.
7 Mollitos para esta historia que supone el fin del siniestro Segador. Un villano que jamás volvió a aparecer en la vida de Batman, (Sin contar su participación en la película animada Batman: La máscara del Fantasma) teniendo en cuenta que, en los comics, todos terminan volviendo, tarde o temprano, el Segador parece haberse convertido en la excepción a esa regla.







lunes, 18 de febrero de 2019

Batman: Año Dos. - Las noches del Segador.

La Sinopsis: Con la opinión pública de Gotham recelosa ante la permisividad mostrada por el Comisario James Gordon hacia Batman, la ciudad asiste al regreso de un viejo conocido: El Segador, encapuchado que no duda en matar a criminales para imponer su propia noción de justicia. Ante una situación desesperada, el álter ego de Bruce Wayne se verá obligado a tomar medidas drásticas… ¿y colaborar con el asesino de sus padres? Siguiendo la senda trazada por Frank Miller y David Mazzucchelli, Mike W. Barr y Alan Davis desarrollaron la secuela de Batman: Año uno, en la que fantasmas del pasado acechan al Hombre Murciélago.


La Edición:
Segundo Tomo del Coleccionable de Batman de la Editorial
Planeta deAgostini.
La Reseña o Valoración Personal: Leí por ahí, no hace mucho, que el guionista de esta historia -Mike W. Barr. - había apostado a que el tono de su etapa en las historias de Batman sean un poco más lígeros y que apostaran más a la diversión. Más o menos como solía ser todo antes. Los tonos de las aventuras que vivían el Caballero Oscuro no eran precisamente tan "oscuras", sino que más bien se perfilaban divertidas.
Tal vez ese contexto tampoco le ayudó mucho a esta obra, se puede notar perfectamente que se priorizó la acción y la diversión por sobre la calidad de la obra, y es por eso que Batman: Año Dos parece convertirse en una especie de obra fallida.
La premisa en sí ya parte con ideas bastante pretenciosas: Escribir la continuación de la genial e inigualable (Nunca mejor dicho) Batman: Año Uno. Con esa idea en mente Mike W. Barr empieza a trabajar en la historia, primero con Alan Davis en los lápices y luego con Todd Mcfarlane (Hasta la mezcla de dibujantes es bizarra) y escriben una aventura que, a mí criterio, contiene más falencias que aciertos.
Año Dos empieza con una Gotham City que ya tiene como guardianes a unos experimentados (algo, es el segundo año para ambos) Batman y Gordon como guardianes y defensores. Ambos combaten el crimen con sus métodos y han formado una alianza que, con el tiempo, se ha devenido en una amistad. Incluso aquí descubrimos que Batman fue quien le regaló a Gordon su característica pipa.
Todo parece marchar en relativa calma, hasta que El Segador llega a la cudad. O, mejor dicho, vuelve a la ciudad.
¿Qué hay de especial en este personaje? El Segador es un antiguo vigilante de Gotham, que velaba por las calles de la ciudad antes de que Batman siquiera existiera. Pero sus métodos eran muchísimo más violentos que las del Hombre Murciélago, ya que a este antiguo vigilante no le temblaba el pulso a la hora de matar a los criminales. Y no se limitaba solo a criminales: Policias, prostitutas, políticos corruptos y todo aquel que se podía considerar impuro o pecador, debía temer al Segador.
Con la llegada de este nuevo e intrigante villano la vida de Batman parece ocuparse por completo, pero la vida de Bruce Wayne también sufre un cambio radical, aunque de otras caractéristicas. En una visita a la doctora Leslie Thopkims, (Mujer que encontró a Bruce la noche que asesinaron a sus padres y que ayudó a criarlo junto a Alfred) Bruce conoce a Rachel Caspian y, como no, cae profundamente enamorado.
A partir de aquí es donde empiezan los problemas de esta historia, y son problemas realmente evidentes.
Batman se enfrenta, finalmente, al Segador y recibe la peor paliza de su vida. Vuelve a la Mansión Wayne medio muerto y Alfred y Leslie consiguen salvarle la vida. De vuelta a sus cabales (O eso creemos) Bruce admite que nunca luchó con nadie como El Segador, que estaba totalmente seguro de que sus métodos no servirían y que debería probar un nuevo enfoque. Acto seguido se dirige a su estudio y, corriendo un cuadro de sus padres (bastante feo, hay que decirlo) toma el revolver que había sido del ladrón que, años atrás, lo hubiera dejado huerfano. La incoherencia se hace notoria y evidente, y la estupides de la escena no puede más que desencajarnos el rostro en una sorpresa bastante atípica. ¿Batman con un arma? ¿Batman, que se juró que jamás en la vida utilizaría un arma, ahora anda con un revolver de aquí para allá? Peor aún, ¡es el revolver que le quitó la vida a sus padres! La escena en sí es impensable, inconcebible. Solo contribuye a la decadencia de la obra que, a partir del segundo número, solo sabe ir cuesta abajo.
Batman sube la apuesta de sus bizarras decisiones y no solo carga un arma, sino que decide distanciarse de Gordon y de la policia de Gotham, y unir fuerzas con los peores criminales de los bajos fondos de Gotham porque, según él, "es la única forma de detener a la amenaza del Segador". Peor aún, no contento con destrozar su imagen y su reputación, Batman se alía con el mismísimo Joe Chill, sí. ¡Joe Chill! ¡Aquel nefasto ladrón que, años atrás, le quitó la vida a sus padres! ¡Aquel hombre que, sin saberlo ni esperarlo, creó a Batman! Un sujeto que debería ganarse solo su odio y desprecio eterno ahora es su socio en la lucha contra el crimen y van de acá para allá, saltando entre edificios y buscando pistas sobre El Segador.
Recapitulando, la memoria de sus padres y el origen y la base de su cruzada poco parece importarle a Batman que, no solo anda con el hombre que mató a sus padres, cargando el arma que mató a sus padres, sino que también intercambian ocurrencias y hasta chistes. Por supuesto, con Batman repitiéndose todo el tiempo que es "lo que debe hacerse" o que es "la única forma de detener al Segador". Y lo cierto es que no, lo mismo que Batman hace con los delicuentes podría hacerlo trabajando con la policía y con Gordon, pero de esa forma tal vez la historia no duraría cuatro números.
Cuestión que, y debemos mencionarlo, la identidad del Segador se nos revela casi de inmediato, y se trata de Judson Caspian, padre de Rachel, la recién aparecida mujer que terminó robándose el corazón de Bruce.
Rachel, primero reacia, rechaza las constantes invitaciones de Bruce a salir, y se refugía en una excusa que podría haber sido prometedora, pero que la manejaron de forma horrenda y apresurada, casí como toda la historia de amor en sí. Rachel Caspian era una novicia con un pie en el convento, a nada de ser monja. Pero un día caminó con Bruce por una plaza y, luego de tres cuadritos y cuatro viñetas, se olvidó por completo de sus votos y su vocación y se entregó al amor.
Lo mismo sucede con Bruce, solo que se manejó de una manera tan errada que, durante toda la historia, Batman y Bruce parecen personajes totalmente diferentes. Bruce muestra dudas sobre su cruzada, enamorándose cada día más de Rachel, mientras que Batman está super decidido a acabar con el Segador, sin importarle nada trabajar con criminales y asesinos, disparando armas por ahí. No hay una coherencia en sus actitudes, Batman no parece tener las dudas de Bruce, ni Bruce parece tener las certezas de Batman. Es como si trabajaran completamente por separado.
El climax de la obra se da cuando, luego de una fugaz pelea, Batman y Joe Chill dan por muerto al Segador. Entonces Bruce decide revelarse ante Joe, contarle cómo fue que asesinó a sus padres aquella fatídica noche y después matarlo. Nunca lograremos saber si Batman iba a ser capaz de cruzar la línea pues, en medio de la revelación, El Segador vuelve a aparecer y mata a Joe Chill de un disparó en la cabeza, para luego ser derrotado en combate por Batman, cayendo desde un piso cuarenta y encontrando la muerte. Como si se tratara de un final casi poético (No lo es, es bastante estúpido) Batman decide enterrar la pistola que acabó con la vida de sus padres, en los cimientos de un edificio construido para honrar su memoria.
Al enterarse que su padre era el cruel y sanguinario vigilante conocido como El Segador, Rachel Caspian ve su vocación más clara que nunca y decide poner fin a su relación con Bruce e ingresar al convento definitivamente, pues ella sentía que esa debía ser su penitencia por los pecados de su padre.
Batman finalmente vuelve a su status quo de vigilante y aquí no ha pasado nada.
Y lo cierto es que la historia en sí quedó en una especie de limbo fuera de continuidad, pues no pasó mucho tiempo hasta que llegó el evento Hora Cero y el personaje de Joe Chill fue borrado completamente del canón. Se dictanimó que la tragedia de Batman se sentiría más cruda y dramática si el encapotado nunca hubiera encontrado al asesino de sus padres. En cierta forma Batman vería a ese criminal en todos los criminales y su cruzada sería aún más sombría y trágica.
Año Dos pecó de incoherente, bizarra y, por momentos, ridícula. Y todas estas falencias solo pueden potenciarse si nos ponemos a pensar que, se supone, esta obra debía ser la continuación de la fenomenal Año Uno. Todo mal. 4 Mollitos.


domingo, 17 de febrero de 2019

Batman: Año Uno. - Deberá limpiar una ciudad a la que le gusta ser sucia.

La Sinopsis:
Un Bruce Wayne veinteañero regresa a Gotham City tras completar un intenso periodo de entrenamiento alrededor del mundo. En su mente ronda la idea de honrar la memoria de sus padres luchando contra el crimen, para lo cual terminará adoptando una identidad inspirada en su más profundos temores. Simultáneamente, el teniente de policía James Gordon se traslada a la misma ciudad con la intención de demostrarse a sí mismo, y a sus superiores, que está más que capacitado para ejercer su cargo. Sin embargo, tendrá que lidiar con corruptos representantes de los diversos estamentos de Gotham, y compaginar su frenética rutina laboral con su vida familiar.


La Edición:

Del Coleccionable editado hace unos años por Planeta de Agostini.
Tomo 01 de 40.

La Reseña o Valoración Personal:
Admito que, lo que empiezo aquí, es una tarea bastante ambiciosa y que sabrá llevarme una buena cantidad de tiempo. No sé cuánto tardaré, y tampoco sé que tan bien quedará el trabajo al final. Pero lo empecé y la verdad es que me tiene muy animado y entretenido... Pero, claro, ¿de qué estoy hablando? Bueno, tuve la grandiosa idea de organizar cronológicamente mis comics de Batman... o, por lo menos, intentarlo.
Claro, tomo como punto de partida un Coleccionable de cuarenta tomitos que Planeta de Agostini editó hace ya unos cuantos años, cuando el BOOM de Batman volvía a explotar gracias a las películas de Nolan.
La colección en sí ya nos ofrece una suerte de cronología base que, aunque bastante resumida y comprimida, nos servirá como un punto de apoyo enorme desde el cual iremos luego rellenando algunos huecos entre aventuras.
A pesar de tener esta historia (Año Uno) en distintos formatos y en ediciones más bonitas, elegí este tomo -no solo por ser el primer tomo de la colección que voy a empezar a reseñar. -porque fue la primera vez que esta historia llego a mís manos, allá por el año 2005, y fue la primera vez que leí Año Uno y que, honestamente, me dejó FASCINADO.
Año Uno es de esas historias que uno lee por primera vez y ya sabe perfectamente que se encuentra ante una perfecta definición de "Obra de Arte" y definitivamente cae en la etiqueta de IMPRESCINDIBLE. Si bien, como el nombre sugiere, es una historia que nos cuenta acerca del primer año de la carrera de Batman en su lucha contra el crimen de Gotham, en muchos aspectos también nos ofrece una mirada a un Batman definitivo y real, sin duda alguna la mejor versión del personaje.
Pero intentemos bajar los decibeles y redactar una reseña lo más objetiva y certera posible... sé que no podré hacerlo y me desharé en halagos, pero al menos lo voy a intentar.
Desde el primer momento en el que leemos la primera página de la historia, nos encontraremos ante un concepto que será una constante en toda la obra: La dualidad.
La historia parte el relato en dos y nos ofrece los orígenes tanto de Bruce Wayne (En su papel de millonario y misterioso Playboy) y de un joven oficial de policia James Gordon, que llega a la ciudad de Gotham City por primera vez. Ellos son los protagonistas de la historia y serán los encargados de mover la historia y de hacernos conocer una Gotham City sucia, corrupta y violenta.
Bruce Wayne vuelve luego de muchísimos años fuera, y tiene una idea muy clara en la cabeza, pero aún está bastante lejos de convertirse en aquella figura capaz de introducir el miedo en los corazones de los criminales. Por otro lado, Gordon llega a la Policía de Gotham y lo primero que hace es chocar de frente con un Sistema apático y corrupto, donde hay una complicidad sin disimulo entre los policias y los criminales de la ciudad.
Miller sienta todas las bases de una típica historia de género negro (Noir) y de thriller policial. La maldad y la podredumbre de Gotham City no está solo en las calles, sino también en sus instituciones, la sociedad toda ha caído en una apatía y en depresión, y la trágica y terrorifica figura de Batman surge allí, como una especie de faro de esperanza.
A través de este juego de paralelismos que nos proponen Miller y Mazzucchelli, el lector acompaña a Bruce Wayne y a James Gordon a lo largo de 12, mientras ambos se labran un futuro en sus respectivas ocupaciones. Se trata de la historia de dos hombres que, sin saberlo, tienen el mismo destino pues, aunque no compartan el método, ambos tienen el mismo objetivo: Acabar con el crimen en Gotham.
Mientras Bruce Wayne encuentra su motivación principal en la muerte de sus padres a manos de un criminal cuando él era un niño, Gordon intenta reinvidicarse de manera profesional y contribuir a que el mundo que lo rodea sea un lugar mejor para su futura hija.
Tanto Gordon como Batman comparten las mismas virtudes: Justicia, responsabilidad, deber y honor. Por momentos, como lector, uno puede sentir que verdaderamente estos dos hombres son las únicas personas honestas de la ciudad (Harvey Dent también tiene estelares apariciones como un recto fiscal) 
Pero no todas son pálidas y sombras. Si bien es cierto que, en este primer año, Batman y Gordon deben de hacerle frente a criminales de horrible calaña (Los corruptos Flass y Loeb, del Departamento de Policia, o el capo mafioso Carmine Falcone) también cuentan con el apoyo necesario de personajes secundarios como el fiel mayordomo Alfred, el ya nombrado fiscal de distrito Harvey Dent,  o la sugerente Detective Sarah Essen.
La narración de la obra se siente espontanea, fluida, sutil y precisa. Cada página ejemplifica un dominio pleno de los engranajes de la historia por parte de sus autores. El esquema policial elegido por Miller es sencillamente perfecto y el tono potencia los tintes realistas para humanizar a los personajes y que empaticen con el lector. Gordon y Wayne son personajes que sienten y sufren. Como cualquier persona normal, se equivocan, pero luego se rectifican y aprenden de sus errores. Sus motivaciones, sus actitudes y sus decisiones, así como las situaciones que les tocan vivir se sienten de verdad creíbles y hasta razonables. La obra tiene una coherencia interna perfecta y apabullante, como pocas obras consiguen tener.
La atención del lector está captada en todo momento, es imposible  aburrirse ya que, literalmente, la historia no tiene altibajos. Y es la escritura es tan soberbia que, con unos pocos diálogos, Miller es capaz de definir a los personajes (y sus personalidades) de manera brillante.
Como hemos dicho antes, Año Uno no solo es una historia imprescindible, es también una historia que ha marcado cierta tendencia y ha sentado un precedente insoslayable en la carrera del Hombre Murciélago.
Tanto ha influenciado esta historia, y a tantos autores, que por hoy podemos encontrarnos con diferentes obras que básicamente comparten el mismo nombre y esquema (Robin: Año Uno; Batgirl: Año Uno; JLA: Año Uno; Nightwing: Año Uno... etc) pero con una calidad argumental que solo sabe decar y bordear lo mediocre, en muchos casos.
Han transcurrido más de veinte años desde que este comic fue publicado, pero su lectura se sigue sintiendo dinámica, fluída y sugerente. Definitivamente ha envejecido de manera espectacular.
Batman: Año Uno. se lleva así 10 Mollitos. Y esperemos seguir con estas reseñas del Caballero Oscuro.







sábado, 16 de febrero de 2019

Los Invasores: La llegada de Los Invasores; ¡La Legión de la Libertad!. - ¡Hitler, andá a buscarla al ángulo!

La Sinopsis:
En las horas más oscuras del mundo, ¡Un grupo de soldados superpoderosos respondió al llamado del deber! Unidos para oponerse al Eje del Mal, ellos son los insuperables Invasores.
Mucho antes de que los Avengers se reunieran, ¡Un valiente grupo de héroes se unió para derrotar al Tercer Reich! Sean testigos de las más grandes batallas de la Segunda Guerra Mundial mientras el Capitán América lidera  la carga para frustrar las villanias de Craneo Rojo.
Las más famosas caras de los años cuarenta demuestran un heroismo sin precedentes ante la presencia de una maldad aparentemente imparable. ¡Ahora abran paso ante la llegada de los Invasores! 

La Edición:
 Tomo de la Colección Los Héroes Más Poderosos de Marvel.
Editorial Salvat.
La Reseña o Valoración Personal:
Hay que decirlo: El nacimiento de este grupo de superhéroes fue posible gracias al eterno amor que Roy Thomas le tenía a sus héroes de la infancia. El origen en sí no es nada complejo, pero en su simpleza radica su grandeza y, además, todo estaba perfectamente enmarcado y explicado en el contexto de aquella época.
Nos encontramos en una época en la que Estados Unidos se hallaba debilitado y traicionado tras el ataque de la flota japonesa a la base de Pearl Harbor y Europa estaba siendo pisoteada por una Alemania que, en ese entonces, parecía imparable por donde se lo mire.Es por eso que nuestros héroes deberan unir fuerzas para combatir juntos la creciente amenaza nazi que se extiende por el mundo. Aunque el verdadero detonante fue la aparición de un nuevo supervillano, el Ubermensh, una especie de Capitán América nazi (Algo parecido al Heil Hydra de Nick Spencer en sus andaduras por la colección moderna del querido Steve Rogers), un villano que solo pude ser detenido gracias a la colaboración de héroes tan atípicos como Namor, la Antorcha Humana original y su fiel ayudante y escudero, el joven Toro. Juntos con el Capitán América y Bucky el grupo es bautizado como "Los Invasores" por el mismísimo Winston Churchill quien, además, les pedirá que establezcan una base de operaciones en Inglaterra. De ahí, pues, el nombre de Invasores. Heróes de otro país "invadiendo" un país que se encuentra en guerra con una potencia descomunal como lo era Alemania por aquellas épocas.
No debemos esperar encontrarnos con un comic que posea una base histórica sólida y llena de detalles, pero si vamos a notar que las historias compensan este "descuido" con una cantidad de momentos de mucha diversión y acción. A Roy Thomas se le da excelentemente bien el crear este tipo de momentos sublimes.
El climax de este tomo llega a su momento más álgido cuando el villano Cráneo Rojo consigue vencer a los Invasores y, no solo eso, hipnotizarlos para que trabajen para él.
Es Bucky Barnes el encargado de reclutar a un nuevo grupo de héroes que lo ayuden a combatir al Cráneo Rojo y, así, salvar a sus amigos. Así es como nace otro gran grupo, la Legión de la Libertad, compuesto por: El Patriota, Cuervo Rojo, El Hombre Delgado, Miss America, entre otros.
Juntos, y trabajando en equipo, este variopinto grupo consigue derrotar a Cráneo Rojo, frustrar sus planes y liberar al Capitán América y los demás Invasores de las garras del mal. La batalla final se sucede en el mismísimo stadio de los Yankess en un climax apoteósico que mantiene al lector en vilo casi hasta el final, dado que el dramatismo que Thomas sabe imponerle a su obra (con su cuota de divertísima acción) hace a las delicias y el entretenimiento de todos sus lectores.
Roy Thomas es acompañado por los dibujos de Frank Robbins, un autor que, si bien no se destaca de una manera sublime sabe entregar unos dibujos verdaderamente ágiles y dinámicos que van perfectamente con el estilo y el tono de las aventuras de estos Invasores.
Un tomo que, honestamente, me gustó y me entretuvo mucho. Se lleva así 8 Mollitos.





miércoles, 13 de febrero de 2019

Sagas DC: Día del Juicio y The Kingdom. - Más redención para Hal Jordan y una secuela que se siente como cualquier cosa, menos como secuela.

La Sinopsis:El Espectro, la héroe que personifica la Ira de Dios, se ha quedado sin anclaje mortal que aplaque su violencia. Así pues, los héroes de la Tierra emprenden la búsqueda de un alma afín, pero hay ciertos candidatos muy pocos deseables. Por otra parte, en el futuro, un hombre llamado Gog emprende una cruzada personal contra un Superman ya veterano que ha resurgido de sus cenizas rodeado por héroes de una nueva generación.
Este volumen incluye las sagas El Día del Juicio, escrita por Geoff Johns (Liga de la Justicia) y dibujada por Matt Smith (Starman), y The Kingdom, secuela de Kigdom Come realizada por Mark Waid (Flash: Velocidad Terminal) y artistas como Jerry Ordway (Crisis Infinita) o Frank Quitely (El Multiverso).



La Edición:

Quinto tomo de la colección Sagas. Editorial Salvat.
La Reseña o Valoración Personal:El Día del Juicio es uno de los primeros comics escritos por Geoff Johns para DC Comics allá por 1991. Por esos tiempos Johns era realmente joven y nadie podía imaginar que se convertiría en el arquitecto de la continuidad de DC en los años por venir.
La historia comienza cuando Asmodel, un ángel rebelde que es prisionero en el infierno de Nerón, se libera con ayuda del demonio Etrigan y, de alguna forma, termina fusionándose con el Espectro y, como si se tratara de una especie de Godzilla feroz, comienza a destruir New York, trayendo el infierno a la Tierra.
Un plantel de héroes bastante particular y variado serán los encargados de detenerlo.
Obviamente que estamos ante una historia que fue pensada como un evento, con todo lo que eso convella. Todo debe ser tremendamente épico y todo debe generar spin offs. Hay que decir que, pese a notarse que Johns aún era bastante novato, el producto ofrecido es más que decente y entretiene bastante.
Johns toma a diferentes héroes del universo de DC y forma una especie de Justice League Dark, bajo el nombre de Los Centinelas de la Magia. Es como si el guionista ya tuviera un don natural para revitalizar o sacar del olvido a ciertos personas, mucho antes de Green Lantern o Flash.
La acción se encuentra muy bien distribuida a lo largo de la toda la historia, con un ritmo bastante dinámico los eventos nos llevan al cielo, al infierno, al purgatorio e, incluso, al espacio exterior, siendo la Tierra el foco central de todo. Esta compartimentación es, pues, aprovechada por el autor que se encarga de que cada personaje tenga su momento de gloria sin que ninguno quede relegado o despreciado. Hay que decir que esto es algo verdaderamente dificil de lograr en un evento de estas caraterísticas, donde la participación de los héroes es por demás multitudinaria. De todas formas todo sucede de una manera tan brusca y precipitada que, aunque uno pueda ver algunas pinceladas de magia del Geoff Johns que todos conocemos, aún quedaría muchísimo camino por recorrer.
Lo peor de la obra es sin duda alguna el dibujante Matt Smith, en cuyo trazo intenta imitar el estilo de Mike Mignola pero solo se queda en una pálida sombra incoherente y estática que se carga buena parte de la obra con unos dibujos feos y que, más que crear un clima, lo destruye por completo.
7 Mollitos.
La siguiente obra que contiene este tomo es ni más ni menos que The Kingdom, secuela de la famosísima obra Kingdom Come, ambas de Mark Waid. Es bastante extraño hablar de la segunda parte de una historia que, si bien la leí hace mucho y más de una vez, aún no reseñé. Pero como tengo pensado reseñar Kingdom Come, y la verdad es que no tenía pensado leer la secuela tan pronto, vamos a hacer de cuenta que todos sabemos de lo que estamos hablando y enfocarnos solo en la historia que hoy nos compete: The Kingdom.
La premisa es bastante interesante. El incidente de Kansas que casi acabó con toda la población en Kingdom Come, es el evento del cual surge esta secuela.
Un joven llamado William, un superviviente de esa catátrofe, es ahora un adulto que predica una especie de religión que tiene como centro al buen Superman, resaltando más que nunca el carácter mesiánico del personaje. Pero pronto y debo a una complicada y hasta cierto punto inexplicable inciativa de un grupo de seres poderosos conocidos como la Quintaesencia (formado por: Shazam, Ganther, Zeus, Highfather y el Fantasma Errante. Sí señores, busqué los nombres en Google) William recibe un poder inimaginable. Como consecuencia se convierte en Gog, y tras una perdida de fe, tendrá como objetivo principal acabar con Superman en todos los puntos de la línea temporal, viajando hacia atrás en el tiempo día a día. Y eso, por supuesto, no es bueno.
Así pues, los héroes del futuro y los del presente unen fuerzas para evitar que la existencia del Hombre de Acero sea borrada, con todas las consecuencias que eso podría traer consigo, claro. La verdad que la idea en sí, si bien pierde bastante solemnidad y esa cuota de magnificencia y realidad que ya caracterizaba a Kingdom Come, no es del todo mala, pero el planteamiento se puede tornar confuso conforme uno avanza en la lectura. Lo mismo sucede en el apartado gráfico, el cual supone un cambio radical conforme la primera parte, ya que aquí Alex Ross es reemplazado por un ejercito de dibujantes que varían tanto que es imposible que la historia se decante por un estilo. Los héroes que Alex Ross nos presentaba casi como deidades, aquí lucen más comunes y tradicionales.
Otro punto a resaltar es que aquí no estamos hablando de una gran historia, sino más bien de una historia corta que se encuentra complementada por un montón de tien-ins que se centran en resaltar el concepto de "legado" pero que, honestamente se sienten a relleno y aportan poco y nada, a la hora de redondear.
Muchas de las situaciones parecen suceder "porque sí" o, al menos, sin ningún motivo aparente, y esto puede confundir bastante al lector en más de un sentido. Por momentos pareciera que Mark Waid necesitara un número extra para redondear sus ideas.
Al final de la lectura, uno se queda con la sensación de que esta secuela puede ser muchas cosas, menos una secuela, y compararlas es casi injusta. Kingdom Come se encuentra, por mucho, a un nivel bastante superior y, la verdad, la conexión entre ambas obras se siente más que nada anecdótica. O al menos yo lo sentí de esa forma.
6 Mollitos.





domingo, 10 de febrero de 2019

Noveleando: Robin Hood: El Proscrito - Angus Donald. Reinventado el mito en un western medieval.

La Sinopsis: 
 "Angus Donald ha convertido a nuestro proscrito preferido en alguien mucho más interesante. El bosque de Sherwood es ahora mucho más oscuro." - Nelson DeMille.

Alan Dale, el joven protagonista de esta novela, se ve abocado a un futuro incierto cuando es descubierto robando y no tiene otra alternativa que abandonar a su familia y ocultarse en el bosque de Sherwood, donde entra en contacto con una banda de forajidos cuyo cabecilla, Robin Hood, impone su propia ley: roba a los ricos y a la Iglesia y protege a los pobres; sin embargo, su protección tiene un precio. Un precio que no se paga con dinero, sino con sangre. Los delatores son mutilados, los traidores, asesinados. Nadie escapa a la justicia del temido Robin Hood.
En este mundo brutal y cruel, Alan aprende, de la mano de Robin Hood, a sacar todo el partido de sus rádidos reflejos, de la habilidad de sus dedos, e incluso de su talento musical. Y en ello le va la vida.
Con un más que notable pulso narrativo, Angus Donald nos ofrece una versión realmente nueva de la figura legendaria de Robin Hood.
Duro e implacable, salvaje y vengativo, es muy probable que el suyo sea un personaje mucho más cercano al hombre verdadero que el edulcorado mito tradicional.

La Edición:

De mi colección personal, edición tapa blanda de Edhasa. Narrativas Históricas.
Año 2015.
La Reseña o Valoración Personal: No voy a hacerme el erudito y pretender que sé y conozco sobre el período histórico en el que vivió Robin Hood. Esta reseña no será una clase de Historia, ni mucho menos. Nos centraremos mayormente en la historia y dejaremos de lado lo correcta o incorrecta que pudo llegar a ser en materia histórica. Confiemos en el escritor que, de seguro, habrá investigado y algo debe saber.
Así, nos embarcamos en lo que, de movida, es el inicio de una saga de libros basados en Robin Hood. ¿Quién no conoce a Robin Hood? Personaje extremadamente popular y arraigado en la cultura popular con una fuerza y una potencia que solo puede compararse con la figura del Rey Arturo.
Muchos han recogido el testigo de narrar sus historias y hemos disfrutado de las aventuras de este proscrito en diversos medios: Libros, películas, series de televisión y un etcétera enorme. Si hasta lo interpretaron actores de la talla de Kevin Costner y Russell Crowe (Que luego ambos fueron los padres de Superman, ¿Podemos decir que Robin Hood tiene al kriptoniano de hijo?) y hasta en una película animada de Disney donde Robin Hood era, literalmente, un zorro parlante.
Y aunque podamos conocer todas estas versiones, y aunque creamos que sobre forajido ya lo hemos visto, y leído, todo; PUM! Viene Angus Donald y nos ofrece un enfoque nuevo. Un enfoque que, si bien puede tener ciertos logros y ciertos errores, no deja de ser fresco y original.
La narración de la historia se da a través de las memorias de Alan Dale, personaje que por azares del destino y de la mala suerte, se convierte en un criminal buscado y deberá abandonar a su familia (Su madre, en realidad) para refugiarse en el bosque de Sherwood y pasar a formar parte de una extraña banda de forajidos comandada por un Robin Hood que, por momentos, actúa como una especie de héroe y como una especie de mafioso.
La historia la conocemos a través de los ojos de Alan que, vale decir, en sus épocas de procristo era poco más que un adolescente, y a través de sus narraciones, sus sentimientos y sus impresiones es que vamos formándonos una imagen de Robin Hood en nuestra cabeza. Una imagen que es tan real y cruel como cambiante.
Robin Hood es un forajido, pero también es un ser humano, y también es un hombre que vive en un mundo extremadamente cruel y que, como mucho, no llega a los veintisiete años.
Robin se muestra así como un excelente guerrero, con asombrosas habilidades como arquero y como espadachín, y también como un líder nato, un soldado temerario y un hombre cruel y soberbio. Puedo estar sonriendo, riendo con sus camaradas y tomando vino rodeado de amigos, y cinco minutos después puede estar asistiendo a un sacrificio en un rito pagano, o a la tortura de algún enemigo o algún traidor.
Sí, tal vez, en ojos en Alan, las actitudes del personaje de Robin esten verdaderamente exageradas, o quizás el autor buscaba desesperadamente distanciar y diferenciar a su Robin Hood del resto de las interpretaciones del personaje. Sea como sea, durante la lectura podremos ver que el resultado es bastante desequilibrado y, en ese desequilibrio radica el punto débil de la historia.
El villano en cuestión es Sir Ralph Murdac, un hombre del Rey que parece ser malo porque sí y, además su pasado lo condena, ya que no solo persigue a Robin y a sus hombres sin descanso, sino que, además, asesinó al padre de Alan (Y casi al mismo Alan) y trata de casarse con Lady Marian, eterna novia de nuestro héroe proscrito. Definitivamente el personaje de Sir Ralph hizo méritos para ganarse el odio de todos.
Es por este villano que, durante toda la obra, Robin y su gente permanecen escondidos y casi que en constante movimiento, escapando de la justicia del Rey (Si podemos llamarlo así) y haciendo quedar a los hombres de Murdac como verdaderos estúpidos.
Uno de los puntos débiles de la historia es, a mí humilde parecer, la poca sensación de peligro que se palpa en los combates que se llevan a cabo.
La imagen de Robin Hood es, por momentos, tan fantástica y espectacular que es demasiado obvio que estará fuera de peligro durante toda la batalla. Nunca se equivoca (Casi nunca, de hecho), siempre parece saber qué hacer durante el combate y, cuando no, siempre es salvado de una manera bastante conveniente. Las muertes que se suceden entre su grupo de proscritos son intrascendentes y no aportan nada a la historia.
Alan tiene una especie de némesis en un personaje llamado Guy que, luego de una serie de eventos que involucraron un falso robo, abandonando la granja donde los proscristos se refugiaban decide unirse al enemigo. Pero al final, el poco tratamiento del personaje hace que su destino importe poco y nada.
La obra termina con la batalla final en la que Robin, ayudado por los caballeros templarios, derrota a las huestes de Sir Ralph Murdac y se casa, finalmente, con Lady Marian. Todo parece fiesta y felicidad hasta que, diez minutos después de casarse, Robin anuncia que se embarcará en las cruzadas para recuperar Tierra Santa como caballero templario. Esa decisión es la que da inicio al segundo libro de la saga.
Robin Hood, de Angus Donald, es una lectura ligera y amena, que entretiene y ofrece una visión del personaje que parece bastante correcta y real, pero que puede perderse en bastantes exageraciones. De todas formas es una lectura recomendable si se quiere tener alguna otra visión de este personaje que tanto ha fascinado al imaginario popular, incluso en estos tiempos. 7 Mollitos.

sábado, 9 de febrero de 2019

Sagas DC: ¡Hora Cero! y La Noche Final. - Buscando redención mientras reacomodamos el Universo DC.

La Sinopsis: Una onda de entropía está recorriendo el tiempo y se va acercando peligrosamente al siglo XX. Mientras todas las pistas apuntan a Monarca, el héroe antes conocido como Halcón, los héroes de la Tierra ven cada más difícil evitar la catástrofe. Y por si fuera poco, quienes sobrevivan tendrán que evitar que un ser alienígena de inmenso poderconsuma el Sol y lo apague para siempre.
Este volumen contiene dos sagas fundamentales del Universo DC de los años noventa. La primera es Hora Cero (1994), escrita y dibujada por Dan Jurgens (La Muerte de Superman). La segunda no es otra que La Noche Final (1996). obra de Karl Kesel (El reinado de los Superhombres) y Stuart Immonen. (Adventures of Superman)

La Edición:
Cuarto tomo de la Colección Sagas DC, de la Editorial Salvat.

La Reseña o Valoración Personal:
Para empezar a hablar de Hora Cero lo primero que debemos hacer es remontarnos a 1986 y hablar un poco de Crisis en Tierras Infinitas, una super maxi-serie de unos 12 números gestada con la ambiciosa y nada envidiable tarea de hacer un borrón y cuenta nueva en la vida de los superhéroes y en los comics de la editorial, brindando así una nueva continuidad, más sólida y coherente.
Pero, si bien esta Crisis, orquestada por Marv Woflman y George Perez, supo solucionar algunos problemas, lo cierto es que no lo logró del todo y las historias de muchos personajes continuan presentando incoherencias con respecto a otras historias.
Así fue como se decidió crear otra suerte de "crisis" (DC sí que le dio todo un nuevo y amplio significado a esta palabra tan simple y cortita, pero a la vez tan profunda) que buscara solucionar los problemas que quedaron boyando. Así, mientras la obra de Wolfman y Perez destrozaba el Multiverso, Hora Cero llegó para destrozar el tiempo y crear una nueva cronología y, en algunos casos, también recrear el origen de algunos superhéroes.
La historia que nos compete comienza con Waverider y Hunter, Hombres Lineales, algo así como Guardianes del Tiempo que se dedican a corregir problemas cronales, en plena persecución de un villano casi creado para la ocasión, llamado Existente, quien está causando unos estragos bárbaros destruyendo lineas temporales, pasadas y futuras.
Así, podemos ver que los personajes comienzan a sufrir ciertas consecuencias devenidas por las acciones de este villano, cosas como cambios aleatorios en la imagen de los héroes, desaparición o hasta alteración de su mismo origen. En mayor y menor médida muchísimos héroes se ven afectados por las acciones de este villano, Existente, pero también hay que decir que estos super eventos de DC se caracterizan por juntar a una grandísima multitud de superhéroes, algunos con roles protagónicos, pero la gran mayoría están ahí de puro relleno y si tienen uno o dos diálogos ya es mucho.
Conforme avanza la historia (que, debemos decir, es bastante apocalíptica) descubrimos que el Existente no es más que un simple villano peón y el verdadero rostro detrás de la catástrofe no es otro que Hal Jordan, Green Lantern caído en desgracia y devenido en el villano (¿Estamos seguros de llamarlo así?) mega poderoso conocido como Parallax. Aquí hagamos un pequeño paréntesis: Si bien aún no reseñé El Reinado de los Supermanes (No hay planes en el futuro cercano) debemos saber que, durante ese evento, la ciudad de Coast City (Hogar del Green Lantern Hal Jordan) es destruída y esto provoca que el héroe caiga en la locura y tome la decisión de acabar con el tiempo y de recrear el universo a su antojo, como una especie de Dios.
Por supuesto que Parallax lleva a cabo sus planes y destruye el tiempo por el completo, al final se reune con una banda de héroes, digamos, "segundones", a los que pone en serios aprietos con dilemas morales y promesas de una mejor existencia. (O una existencia no tan segundona, si lo podemos llamar así)
Claro que, al final, Parallax es detenido y, con la ayuda de un novato héroe llamado Damage, los héroes consiguen detonar un nuevo Bing Bang y, así, reiniciar el tiempo, pero no sin consecuencias.
El tiempo se vio alterado de manera leve, se reacomodaron algunas líneas temporales y se consiguió una nueva revitalización de los personajes del Universo DC.
Hora Cero es una historia que esstá muy bien armada y narrada por Dan Jurgens con correctísimos dibujos tanto de Jurgens como de Jerry Ordway. Es una obra que cuenta con muchos momentos memorables y que, por lo que leí en Internet para informarme un poco luego de mí lectura, supo tener muy buenas críticas en su momento.
Personalmente la historia se me hizo bastante entretenida y llevadera, y a pesar de solo haberme leído el evento principal, sin completar los baches con los números tie-in de las colecciones que se vieron afectadas, entendí la trama bastante bien.
Esta nueva Crisis en Tie... perdón, esta Hora Cero se lleva 7 Mollitos.

La segunda historia que contiene este tomo es La Noche Final, de Karl Kesen y Stuar Immonen, el evento de DC Comics del año 1996, cuya trama se construyó en cuatro números que, en su momento, se publicaron de manera semanal y, como no podía ser de otra forma, afectó a todos los héroes del Universo y, por consiguiente, a sus respectivas colecciones.
La trama nos lleva a la destrucción del planeta Tamaran, el cual queda completamente congelado luego de que un poderosisímo monstruo llamado el Destructor de Soles tapara el Sol. Ahí es cuando una alienígena de nombre Dusk decide viajar a la Tierra para advetir a los héroes del inminente peligro que se avecina.
Por supuesto que, a pesar de todos los esfuerzos, el monstruo tapa el Sol de la Tierra iniciando así una y cruel noche eterna, la noche final, y los héroes no pueden hacer más que lidiar con las consecuencias y prepararse para lo que parece ser un inminente fin.
Pero cuando todo parecía estar pérdido, Parallax hace acto de presencia y decide encargarse de la situación. Aquí, Hal Jordan no está loco y ni siquiera pareciera que actua como un villano, más bien todo lo contrario. El ex Green Lantern se presenta arrepentido y, en cierta forma, buscando redención. Se muestra arrepentido por sus actos de Hora Cero y está más que firme y decidido en enmendar las cosas. Así es como Parallax devuelve el Sol a su forma original y sacrifica su vida para salvar la Tierra.
Leyendo esta historia no pude evitar tener la sensación de encontrarme ante una obra bastante superficial y vacía, que más bien parecía una especie de excusa para limpiar el nombre de Green Lantern. Me dio la sensación de que ya no sabían muy bien qué rumbo debía tomar el personaje y orquestaron toda una historia, bastante pobre en contenido, que culminara con Hal Jordan muriendo como un héroe y salvando el día.
Los cuatro números que dura la historia se me hicieron bastante aburridos, densos y mientras uno está leyendo no puede evitar pensar que todo se podía haber solucionado en solo dos números y que el evento está super estirado. Y, hay que decirlo, gracias a Dios que los números principales se entienden perfectamente porque, si la trama en sí ya es bastante floja y mediocre, no me quiero imaginar lo que serán los números tie-in de las colecciones involucradas.
3 Mollitos para un evento vacío y mediocre, pero que parecía ser moneda corriente en los años 90.