sábado, 17 de noviembre de 2018

Sagas DC: Odisea Cósmica e ¡Invasión!. - Experimentos Antivida que salen bien e Invasiones Alienígenas que salen... no tan bien.

La Sinopsis:Superman, Batman, Starfire y otros héroes llegan a Nueva Génesis... ¡que ha firmado una tregua con Apokolips! Al parecer, Darkseid y Highfather se han aliado para evitar la destrucción del Universo. Pero ¿a manos de qué? ¿Y qué papel deben desempeñar los campeones de la Tierra?
Por si fuera poco, una peligrosa raza alienígena, los Dominadores, han decidido formar una alianza intergaláctica para controlar a los metahumanos de nuestro planeta, que suponen una amenaza para todo el cosmos, ¿O acaso tienen otro objetivo?
Este volumen comprende las inolvidables sagas Odisea Cósmica (1988), escrita por Jim Starlin (Silver Surfer) y dibujada por Mike Mignola (Hellboy) e Invasión (1989) ilustradada por el mismisimo Todd McFarlane (Spawn) 

La Edición:
Segundo tomo de los Especiales de la Colección de
Novelas Gráficas de Salvat.

La Reseña o Valoración Personal: Para hablar de una historia como Odisea Cósmica hay que tener en cuenta el contexto histórico en el que fue publicado. Por esa época, estos crossover donde muchos héroes unían fuerzas ante una amenaza mayor seguían sin ser demasiado comunes y villanos como Darkseid eran verdaderamente temibles, intimidantes y amenzantes, no como ahora que es solo uno más del montón ante el creciente nacimiento de villanos genéricos que no sobreviven más de dos arcos argumentales seguidos. Por este motivo, siempre que un villano como el despota de Apokolips aparecía, era motivo de celebración y, por qué no, de temor también.
El punto de partida y el desarrollo de esta historia es tan sencillo como fascinante y, si uno se pone a pensar, es rarísimo que DC aún no le haya dedicado una película animada. Aunque, si le van a poner las mismas ganas que le pusieron a The Killing Joke, mejor que no lo hagan y listo.
Todo comienza cuando Metron, un personaje bastante curioso y ambicioso, desata el poder de la Antivida sobre el universo, y para salvarlo el mismísimo Darkseid y los Nuevos Dioses de Nueva Génesis deberían unir fuerzas y reclutar a un selecto grupo de héroes de la Tierra. Juntos tendrán que salvar cuatro planetas que son clave para la estructura cósmica del universo ya que si, por lo menos, dos de ellos son destruidos, toda la galaxia entera desaparecerá. Así se forman equipos encargados de defender cada uno de estos planetas y derrotar así a la entidad Antivida: Superman y Orión son destinados a Thanagar, Starfire y Lightray deben salvar Rann, el Detective Marciano y el Green Lantern John Stewart se encargarán de la amenaza en Xanshi y Batman y Forager (Buscador en la traducción de Salvat y Ecc) se encargarán de la Tierra. También es reclutado un anciano Jason Blood, quien ya no está ligado al demonio Etrigan pero que, así y todo, se reserva una última jugada. El último invitado es, ni más ni menos, que el Doctor Fate (Reclutado por Batman, por supuesto, para vigilar a Darkseid)
Entre tanto personaje cósmico, divino y alienígena es un gran respiro contar con personajes como Batman o Jason Blood, ambos humanos sin super poderes, que aportan humanidad a un grupo donde imperan los dioses, la magia, la ciencia y las situaciones más impactantes e imposibles. Viendolo como un cuadro completo, no se puede negar para nada que Odisea Cósmica posee todos los elementos que de un comic que bien podría tratarse del mismísimo Jack Kirby. Es que Jim Starlin, aquí tan desatado como nunca, no solo busca rendirle tributo al Rey, sino que también deja su marca propia. Lo mismo podría decirse, por supuesto, de Mike Mignola y su dibujo.
El ambiente caótico y apocaliptico que se vive en todo momento en las páginas de Odisea Cósmica no serían lo mismo sin los trazos góticos de Mignola que le brinda a la ecuación el toque gótico perfecto. Pasando des de los más remotos rincones del espacio a las más sucias alcantarillas de Gotham City. El trazo de Mignola funciona de manera increíble y dudo mucho que el impacto de esta historia haya sido tan grande si el dibujante hubiera sido otra persona.
Un punto a favor que debe destacarse es la interpretación de Jim Starlin del concepto de la Antivida, algo que Jack Kirby no llegó a dejar del todo claro. Aquí, Starlin convierte a la Antivida en un ser consciente, con vida y voluntad propia que toma sus propias decisiones. Es cierto, sin embargo, que al  final de la historia este interpretación es tan solo anecdótica ya que no influye mucho en la trama. Pero no deja de ser una visión más que curiosa y, además, nadie volvió a abordarla. O, al menos, nunca más leí sobre coonceptos similares a la hora de escribir sobre la Antivida.
Odisea Cósmica es, entonces, una historia atrapante, épica, un cuento mitológico que parece sacado de la época de los mismos griegos y su lectura, sin duda, brinda momentos más que excelentes. 9 Mollitos.

Y ahora, Invasión. Una historia que contó con una premisa y un inicio muy interesante y prometedor, pero que no supo mantener su calidad a lo largo de sus números, y se terminó desinflando al final. Todo empieza cuando los Dominadores, una raza alienígena bastante particular, cuyo rango se mide por un circulo en sus cabezas, entablan una alianza con otras razas extrareterrestres para invadir la Tierra y, así, contener y controlar el inminente crecimiento de la población metahumana, es decir, personas con superpoderes.
Invasión es una de las historias que más profundiza sobre los metahumanos y el metagen, y sobre cómo esto puede afectar a los superhéroes, o cómo algunas razas alienígenes pueden ver a los héroes como una amenaza pura y dura.
Si bien la historia cuenta con momentos de acción verdaderamente apabullantes y bien se podría hacer una película de altísimo presupuesto y uso del CGI, personalmente siento que no envejeció para nada bien. El paso del tiempo le pasó verdaderamente factura y se nota, sobre todo, en el tercer y último acto, donde el lector puede llegar a perder el interés completamente.
Además, también se debe destacar que leyendo solo la saga principal, el lector puede quedar fuera de muchísimos acontecimientos importantes que suceden en otras colecciones (Para saber cómo Rusia cayó ante los Dominadores hay que recurrir a la colección de Firestorm) y esto para muchos puede ser un incordio. Aunque, también hay que decirlo, esta vez la lectura de la saga principal no es tan caótica ni confusa como lo fue con Millennium.
Invasión es una historia simple, entretenida y bastante redonda, pero envejeció muy mal y para muchos puede resultar un poco densa, o hasta aburrida. 7 Mollitos.
















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